Cada vez son más las personas que se ven afectadas por manchas cutáneas, independientemente del color de su piel, y requieren de tratamiento de eliminación de manchas.
En Europa, el 20% de las mujeres mayores de 25 años padecen alguna hiperpigmentación, cifra que aumenta con la edad, llegando a afectar al 90% de la población femenina de más de 50 años.
Las manchas de origen melánicas son de dos tipos: léntigo o melasma.
La aparición de melasma, afecta mayormente a las mujeres especialmente con fototipos altos, y se deben sobre todo a cambios hormonales, ingesta de medicamentos fotosensibles o a la toma de anticonceptivos.
En hombres es muy raro, y se relaciona sobre todo con factores hereditarios. Es un tipo de hiperpigmentación difusa, que se localiza sobre todo en frente, mejillas, labio superior o mentón.
Los léntigos, también causados por los efectos de la luz ultravioleta, se deben al envejecimiento intrínseco de la piel. Son lesiones puntuales, de aspecto bien definido y que se localizan principalmente en frente, mejillas, escote, dorso de manos, brazos, hombros y espalda que son zonas más expuestas.
La determinación del tipo de hiperpigmentación y en qué plano histológico se encuentra es la base para decidir el tipo de tratamiento despigmentante.
Sistemas lumínicos indicados en el tratamiento de los léntigos. Van a producir una quemadura superficial limitada al léntigo por apetencia a la melanina; esto provoca una pequeña costra que en el transcurso de una semana se va desprendiendo aclarándose así la mancha.
La piel nueva que aparece debajo es una piel rosa, muy clara que irá adquiriendo el tono de piel normal. Es fundamental el uso de tratamientos domiciliarios, entre ellos el uso de protector solar alto para evitar la hiperpigmentación posterior.
Para tratar el melasma se aplican peelings, en general en forma de mascarillas compuestas por una variedad de principios activos en diferentes concentraciones cuya finalidad es su actuación a nivel celular inhibiendo la síntesis de melanina.
El tratamiento para la eliminación de manchas se realiza en dos fases, la aplicación de mascarilla en consulta, previa preparación de la piel y el usos de un despigmentante de uso domiciliario a lo largo de todo el año.
El aclaramiento comienza a producirse a la semana y es progresivo.
Estos tratamientos se realizan en épocas de poco sol por el riesgo de hiperpigmentaciones posteriores y se recomienda el uso de protectores solares altos o medios todo el año.
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