Hundimiento del tabique nasal, causas, síntomas y tratamientos
El hundimiento del tabique nasal es una alteración estructural que puede afectar tanto a la estética de la nariz como a la función respiratoria. Aunque no es una patología extremadamente común, sí representa una complicación importante que puede presentarse tras ciertos procedimientos quirúrgicos, traumatismos o enfermedades. Comprender sus causas, cómo se manifiesta, y las opciones de tratamiento disponibles, es esencial para quienes buscan recuperar tanto la funcionalidad como la armonía facial.
¿Qué es el hundimiento del tabique nasal?
El tabique nasal es la estructura que divide las fosas nasales en dos y está compuesto por una porción ósea en la parte posterior y una porción cartilaginosa en la parte anterior. Cuando hablamos de “hundimiento del tabique”, nos referimos generalmente a una deformidad en la parte cartilaginosa, que produce una depresión en el dorso nasal, comúnmente conocida como “nariz en silla de montar” por su aspecto.
Este hundimiento puede afectar de manera parcial o completa la nariz, generando cambios visibles en el perfil nasal y, en muchos casos, dificultades para respirar. En situaciones más severas, puede incluso causar colapso de las válvulas nasales.
Las causas pueden ser diversas, y suelen implicar una combinación de factores mecánicos, quirúrgicos o inflamatorios. Las más comunes son:
1. Cirugías nasales previas (rinoplastia o septoplastia)
Una de las causas más frecuentes es una cirugía nasal previa, especialmente cuando se ha retirado excesiva cantidad de cartílago sin una correcta planificación estructural. Esto puede debilitar el soporte del dorso nasal y, con el tiempo, generar una deformidad en forma de hundimiento.
Esta complicación se ve con mayor frecuencia en pacientes que se han sometido a varias cirugías o que han sido tratados por cirujanos sin experiencia específica en rinoplastia estructural.
2. Traumatismos
Un golpe fuerte en la nariz, como los que ocurren en deportes de contacto o accidentes, puede dañar el cartílago septal, causando su reabsorción parcial o total y, con ello, la pérdida del soporte de la nariz.
3. Consumo de sustancias intranasales
El consumo prolongado de sustancias como la cocaína puede causar necrosis del tabique nasal, provocando perforaciones y colapsos que derivan en un hundimiento.
4. Infecciones o enfermedades autoinmunes
Ciertas condiciones como la granulomatosis con poliangitis (antiguamente conocida como granulomatosis de Wegener), infecciones bacterianas graves, o incluso sífilis no tratada, pueden destruir el cartílago y provocar esta deformidad.
5. Tumores nasales
Aunque menos frecuente, algunos tumores o quistes nasales pueden erosionar las estructuras internas de la nariz y llevar al colapso del tabique.
Síntomas del hundimiento del tabique nasal
El hundimiento del tabique nasal puede manifestarse de manera gradual o súbita, dependiendo de su causa. Los síntomas más comunes incluyen:
Estéticos:
Hundimiento visible del dorso nasal, generando una curvatura o depresión.
Cambio en el perfil nasal, con aspecto de nariz aplastada o en “silla de montar”.
Asimetría facial perceptible.
Funcionales:
Obstrucción nasal crónica, especialmente al dormir o hacer ejercicio.
Ruidos respiratorios (sibilancias nasales).
Sequedad, sangrado o formación de costras dentro de las fosas nasales.
Sensación de nariz “colapsada” al inspirar.
Diagnóstico
El diagnóstico debe realizarlo un especialista en otorrinolaringología o un cirujano plástico facial con experiencia en anatomía nasal.
Evaluación clínica:
Se examina la estructura nasal externamente y, mediante rinoscopia, se evalúa el estado del tabique y las válvulas internas. Es importante diferenciar entre un hundimiento del tabique y otras alteraciones como una desviación septal o una obstrucción por pólipos.
Estudios complementarios:
Tomografía axial computarizada (TAC) para evaluar el daño óseo o cartilaginoso.
Endoscopia nasal en casos más complejos.
En casos sospechosos de enfermedades sistémicas, pueden solicitarse análisis de sangre o biopsias.
Tratamientos disponibles
La corrección del hundimiento del tabique nasal requiere cirugía reconstructiva, ya que no hay tratamientos médicos que puedan revertir la pérdida estructural del cartílago.
1. Rinoplastia reconstructiva o secundaria
En casos donde la causa ha sido una cirugía previa mal realizada, se opta por una rinoplastia secundaria. Esta es una intervención compleja que requiere:
Reposición del soporte cartilaginoso, usualmente con injertos.
Corrección estética del dorso y la punta nasal.
Restauración de la función respiratoria.
2. Injertos estructurales
Los injertos pueden tomarse de:
Cartílago del tabique remanente, si queda disponible.
Cartílago de la oreja (conchal): muy útil por su forma curva natural.
Cartílago costal: cuando se necesita mayor volumen y rigidez.
El objetivo es reconstruir un nuevo andamiaje para la nariz, devolviendo soporte, forma y funcionalidad.
3. Reconstrucción de válvulas nasales
Si el hundimiento ha comprometido las válvulas internas, también se pueden colocar injertos de expansión (spreader grafts) que abren las vías aéreas y mejoran el paso de aire.
¿Qué esperar de la recuperación?
La recuperación depende de la complejidad de la cirugía y del tipo de injerto utilizado. En general:
El postoperatorio puede incluir hinchazón, hematomas y congestión nasal durante las primeras semanas.
Los resultados estéticos comienzan a verse después de los 2-3 meses, y se estabilizan en aproximadamente 12 meses.
En caso de uso de injertos costales, puede haber molestias en la zona donante.
Es fundamental seguir las recomendaciones del cirujano, evitar traumatismos y no fumar para favorecer una buena integración de los injertos.
¿Cuándo es el mejor momento para operar?
Si el hundimiento es funcional y afecta la respiración, la cirugía puede realizarse cuanto antes, una vez esté controlada la causa subyacente (como una infección o enfermedad sistémica).
Si el defecto es puramente estético y no hay urgencia funcional, puede valorarse en un contexto más planificado, siempre con un cirujano especializado en rinoplastia reconstructiva.
Importancia de acudir a un especialista
El hundimiento del tabique nasal es una condición que no debe tratarse a la ligera. Requiere un abordaje individualizado, con planificación quirúrgica precisa y experiencia en anatomía nasal avanzada.
Elegir un cirujano con trayectoria en rinoplastias secundarias y reconstructivas es clave para garantizar un resultado satisfactorio tanto a nivel funcional como estético.
El hundimiento del tabique nasal no solo representa un problema estético, sino que puede afectar gravemente la calidad de vida del paciente. Afortunadamente, los avances en cirugía reconstructiva nasal permiten hoy recuperar la forma y función de la nariz con excelentes resultados.
Identificar la causa, realizar un diagnóstico certero y acudir a manos expertas son los pilares para una solución exitosa. Si notas cambios en tu nariz o sufres dificultad para respirar tras una cirugía o un traumatismo, consulta con un especialista para valorar si existe hundimiento septal y cuál es el mejor plan de tratamiento.
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